Últimamente les digo a mis conocidos que estoy soviético. ¿Qué significa?, me dicen. No lo sé con exactitud, pero recuerdo -por sucesos vitales que determinan fechas- que tenía menos de seis años cuando mi padre me lo dijo la primera vez que recuerdo: "estás soviético". Yo siempre lo he asociado a “inconforme” y por tanto “incómodo, extraño”, quizás a “revolucionario”. Pero no me importa no saberlo, estoy soviético.
La vida en marcha
pues toda la intención del universo
fue llamarnos aquí.
Luis García Montero
Se despide la noche cargada de sombras,
cargada de extraños, cargada de estatuas,
cargada de seres que se les parecen,
y que, no siendo hoy, ya no serán nunca.
Se despide la vida, saluda de lejos:
demasiado sencilla para tan complicada;
es preciso allanarla para ganar en altura,
es preciso beberla para saber de su brío,
es preciso comerla para echarla de menos.
Negar el presente, cegarse los ojos,
cerrarse los sueños, arder de costado,
emparedar las ansias, crearse de nuevo,
oxidar las espadas, trincar las gaviotas,
empedrarse las manos, embarrancar en destino.
Tanto esfuerzo, ¿merece la pena?
Sabes que sí.