domingo, octubre 12, 2014

Invariancia diferencial en un espacio de Hilbert

Cuando el límite se ausentaba de la asíntota
pedíamos olvidar el mundo
como un hecho casual y no causativo:
todo era confuso en sus orígenes
salvo la presión de mis manos en tus tetas
y la ternura dulce de tus labios en los míos.

 ¿Será para siempre?, me decías.

Es para siempre. Aunque no ha sido.

En Alicante, su provincia y la mía


No tengo el cuajo para ser inmarcesible
y visitar el penal como palabra infame
del mayor poeta que no he conocido
como tan sólo otro que nació en Oviedo.


Visitar la cárcel que umbrió en la pena
a un hombre que fue tan valiente
para escribir en la casa de Vicente Aleixandre
al regresar del frente:
aquí hay much@ put@ y much@ hij@ de put@


He visto varias veces la indicación del penal de Alicante,
pero me dolería verla por lo tan próxima:
tampoco entré a Colliure para honrar a Antonio.
Me causa pudor llorar de corazón a branquias.


Quizás en el rincón de mi extremidad palmípeda
llegara discernir lo claro de lo blanco,
lo azul de lo flamígero,
lo dulce de lo tierno,
lo amargo de lo lo estanco,
lo azul de lo marino,
o lo negro del barranco.


Quizá o tal vez nunca
perdone lo tierno de la aliaga,
lo frágil de la roca,
el sueño de la historia,
la inhabitabilidad del tiempo...
o un rumor de sequedad que nunca me redima
acabe en ser mi manantial de faltas.


Vivir en este tiempo

-por culpa de este espacio-

 es tarea de infames.

Y no purgo mi culpa,

ni tengo más razón que el alimento

de su tesón y mi renuncia,

de su corazón en mis lamentos.
 

De la necia virtud de la memoria

 ¿Qué quieres que te diga?
Sólo la terca tempestad del viento que arremete contra la soberanía de la duna.

También los incisivos como ablativo agente del ser sin mí bordeado por los labios:

un canto acartonado y blasfemo que corre a ocultarse entre el sudor y todos los delirios que supe imaginar.

Y aún recuerdo.

Tambien lo contrario

Sin ligereza
tendemos a enfrentarnos con los incomprensibles seres a los que algo debemos:

es tan larga su necedad y tan firme su marca.

Cómo admitir de la purga un silencio.

Cómo pulverizar las rocas para sedimentarse en las playas.

Cómo me amas sin estar tan convulsa,
cómo me hablas sin estar tan cansada.

Me negaré del mundo lo que amo.
Os negaré todo.
También lo contrario.

De arritmias y acordeones

Un acordeón acicate de la noche
de un día que nunca supo a esperma
ni a tergiversación esdrújula de la llana palabra “ausencia”.

 Ausención de la palabra ansia.
Complicación de la palabra encía.
Retirada en puente argento de las otras palabras que arremeten sin causa a los edenes plácidos:
un edén con sabor a decenios sin renglones
 tras suspender en el vacío un pulso con arritmias.

viernes, octubre 10, 2014

Covalanas

Paleolítico 

Un grito engendrado en las neuronas
incapaz de expresarse en la garganta
es legado de consciencia paleolítica
anterior a la existencia de palabras.

Tendré que adentrarme en un cueva
para pintar como un chamán artista en sangre
-el tiempo convertido en sedimento-
un ideograma del neurótico alarido
que se resiste a perturbar el aire.





The tired diary, Greg Haines
PS. Es un poema que escribí algo antes de que empezara este blog. Me lo recordó la visita que hice a la cueva de Covalanas, en Cantabria. Allí, con la única luz de unas linterna, observar las pinturas de las ciervas en el interior de la cueva, me hizo sentir algo parecido a estar inmerso en el origen, a caminar bordeando las primeras riberas de lo humano.

miércoles, octubre 01, 2014

Difracción

El esmero es la única convicción moral del escritor
Ezra Pound

Esperando las horas del ocaso
-momentáneo y por tanto fútil-
me anudo a círculos concéntricos de luz
que sale de rendijas:
ha de ser coherente
para  poder apreciar su difracción,
su interferencia.

Difracto mis vidas ya pasadas
anhelando un patrón interferente
que pueda dar fe de su coherencia.





The Highest Point in Elbert County,Greg Haines