Reconocer la meta
las yemas del Agosto,
lo seco del terruño de inciertos temporales,
lo negro de los campos
con casas tan inciertas.
Un árbol presume de paisaje:
lo miro defraudado.
Lo miro y sigo andando.
En los momentos de desamparo, cuando la realidad se convierte en pesadilla, todos buscamos motivos racionales para sobrellevarla, pero raramente se encuentran. Por ello, cualquier acto que nos procure la sensación de que nuestra angustia está justificada y consiga sublimarla es lícito.
Aunque sea ilusorio.
Aunque sea nada
En realidad lamentaría no leer lo que casi no he escrito.
Textos y fotografías originales de
Carz