domingo, marzo 19, 2017

Acabar con Chopin de una bofetada

Negro el blanco azul obscuro de tus ojos
como el pezón ardiente que me quemó los labios cuando intenté apagarlo con la boca.

Labios como ampollas en un quehacer de sabios inútiles que aún siguen llorando.



En la inmarcesibilidad profunda de la ausencia
radica la asunción atea de la nada.




En la deserción del desierto de los tártaros




Querida amante en muerte y en peldaños que descienden de la vida:

No busques más sortilegios estériles

ni más leyendas que te distraigan en el camino hacia la timba:

juguémonos al mus

-arriesgando la bolsa y las pleuras-
un camino común hacia la tumba:

una vez te fue dada la inmortalidad cuando todo

-salvo el presente-

resultaba renunciable,

cuando lo inasible se limitaba a un par de cuerpos

anexionados por la pasión prisionera de la dicha:

narrados en tiempo cotidiano,
esculpidos con el cincel que se inscribe entre las sábanas
-a falta de un mejor lienzo que pueda cobijarnos-
expulsados de la orilla de la historia,
rozamos la inmortalidad del vigilante
que deserta
de la vigilancia del desierto de los tártaros.







Nota para oyentes: Tapaos las orejas con el vídeo, observad sólo la música.


domingo, marzo 12, 2017

En la última hoja del cuaderno

Empleo las palabras que me has enseñado.
Si no significan nada, enséñame otras.
O deja que me calle.

Samuel  Beckett



Respondo a la verdad con un espejo.
Respondo a la mentira desde un espejo.
Habito en el silencio de una esponja.

Rompo el espejo con una esponja
henchida de hiel petrificada.

Soy mimético lincélico celíaco inaptádico
incloncuso reflujo de una espiga branquial mesopotámica
que sufre de tigris en el eufrático refugio
de una amígdala que reparte su papel entre un cerebro y su garganta
y confunde su función en forma inopinada.

-Éste es el escrito en la última hoja del cuaderno
que empecé a escribir hace once años-

Se acaba el papel que busca tinta…
pero perdura la tinta que se extiende entre la idea que no acaba.