martes, diciembre 30, 2008

Dieciocho años, no es nada.

La radiación de fondo explica nuestro origen.
T.Y.

Hubo un tiempo en el que lo único que tuve fue la palabra
y me hice escultor de sentimientos.
Cada noche te describía mi amor en una carta
y tú llorabas y me amabas con locura,
pero temías quizás no estar a la altura.

No entendiste que no había palabra alguna
que pudiera describirte la mirada,
la sensación de tus manos en mi pelo:
por eso callaba entre tus brazos.

Hubo un tiempo en que lo único que tuve fue el silencio
y lo escribía en cada fase de la luna,
pero jamás llegaste a leerlo.

Aún permanece aquel silencio
embalsamado en un cuaderno azul,
durmiendo entre fechas que ya carecen de sentido.





      Consolante,  Arvo Pärt (lamentate)


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domingo, diciembre 28, 2008

Arista uno

Dos disparos en la noche.
Tres cuerpos abatidos:
la bala no tenía energía suficiente para atravesar dos cuerpos.
¿Quién es el tercero?
Debe de ser un sueño,
una sonrisa que hubiera habitado la mañana,
debiera ser dos cuerpos que no saben sobrevivirse,
debiera ser lo que llaman quimera
los que nunca han dormido entre tus pechos.
Debiera ser tanto y parecerse a nada,
un final sin fin
y sin apenas principios,
un elefante en una madriguera
o una bandada de grullas sin plumaje,
un estrábico lince,
un rumor de águilas,
o un perfume en tu fonética
-acaso excluido de tu axila-
O, acaso, era yo disminuido en uno,
en un ser sin pulso,
una cadena sin eslabones débiles.
Aquí radica esta distancia nuestra.
Y, si aquí radica, habrá que erradicarla
o decir, con la simpleza de un patíbulo,
aquí pende ahorcado un soñador:
no lo descuelguen si no quieren contagiarse.




      Zdes' khorosho,  Rachmaninov


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sábado, diciembre 27, 2008

El derrame y la palabra

Uno encuentra respuestas
donde sólo queda una magia desgastada.
Uno busca preguntas
que le alivien del vacío.
Uno halla un silencio
cuyo rastro reverbera en un espejo.
Uno ya no sabe qué pensar
y por eso sólo siente.
Y, cuando no sabe ya qué sentir,
se aferra a la imaginación y a la palabra.

Ambas te construyen
y, dentro de ellas, te derramas.




      Tayomro E-Shita,   Giorgos Ntalaras

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miércoles, diciembre 24, 2008

De príncipes y granizo

Entre la aspereza del mundo existen las flores como una alfombra encantada que te separa de él mientras lo sobrevuelas. Pero uno quiere apearse cuando el azar consigue que te divise. No soy un príncipe, ni quiero serlo: aprendí a ver la belleza en los que vuelven porque yo también estuve de vuelta por un tiempo que creí definitivo, pero estaba equivocado. Aprendí a reconocer las heridas porque estuve compuesto de ellas mucho tiempo, aprendí a deshacer la gangrena a base de desgranarme para construir un mundo, este pequeño habitáculo en el que penetran muy pocas personas, pero todas ellas grandes desde mi perspectiva.
Yo huyo de los tópicos porque aprendí a ser cobarde para parecer valiente, pero todas las corazas son sangre cicatrizada que impiden tanto la transpiración como el contacto dérmico suave y fluido, que hacen las veces de mastines guardianes que llevan un collar de púas que evitan los mordiscos desangrantes, pero que también desahucian a los leves mordisqueos yugulares que dan paso a la sensualidad de la confianza, que hacen tender un puente colgante asentado en la tensión de las arterias, soportado por los tirantes de las miradas y los pilares de los besos.
También aprendí a no correr detrás de mi sombrero arrebatado por el viento. Eso se lo debo a los hermanos Coen. A ti te debo esta pulsión que ahora dirige mis dedos como troneras por las que descargar la angustia que tú misma generas en mí, a ti te debo el volver a constatar que no estoy a salvo, que puedo volver a mis seis años y sentir esa congoja difusa y amplia como un manto de granizo, pero que puede disgregarse con el suficiente empeño. Y de empeño tengo el suficiente. Pero, ante todo, quería decirte que, quien te desprecie, no tiene ni puta idea de quién eres. Eso te lo aseguro.







      Un dios se aterra (esta es la segunda versión que hizo... y sigo teniendo razón),   Manolo y Carz

martes, diciembre 23, 2008

Este es Manolo

Desde los 14 años somos amigos. Ha llovido mucho, pero siempre he sabido que es un gran músico, o mejor, un gran compositor. Hoy he comido en su casa, y le he cantado un par de veces esta letra que escribí en noviembre. Luego he conectado el portátil al piano eléctrico y le he dicho, anda, toca.

Ha salido esto en el primer intento...



Un dios se aterra


Ayyy, si entre los brazos de la cruz un dios se aterra,
ayyy, frente a tus ojos hay que morir.

Ayyy, que me han contao que en las tinieblas
ayyy, en tu sonrisa hay un candil.

Ayyy, que cuando llega la miseria,
hayy un corazón por desteñir.

Ayyy, que cuando sale la culebra
ayyy, sólo se puede sonreír.

Ayyy, que en mi tacto de piedra
ayyy, tu bien sabrás lo que bruñir.

Ayyy, porque antes de que me pierda
hayyy toda una luz por deslucir.

Ayyy, que por encima de la sierra
hayyy su silueta y tu perfil.

Ayyy, que por encima de la tierra
ayyy, quedan los rastros de un reptil.

Ayyyy, que las semillas y su siembra
ayyy, viven tan sólo en un desliz.

Ayyy, que cuando la puerta se cierra
ayyy, sólo se tiene que salir.



Como podéis oír, tenía razón.


      Un dios se aterra,   Manolo y Carz

De un arma un cucurucho

Cuando no se duerme
no se fijan correctamente los recuerdos
y uno puede modelarlos a su antojo:
hacer de un silencio una sonrisa
o de un adiós un hasta luego.

Y puede caer en la ilusión de lo real.
Y puede enfrentarse a lo ilusorio
desenfundando un cucurucho de helado de turrón
y hacer frente a lo posible.
Pero, ¿a quién le gusta el helado de turrón?

Vale, también lo llevo con las flores.

viernes, diciembre 19, 2008

De membranas y costas

Salir del mundo para habitarlo.

Desprenderse del miedo y a la vez buscarlo
-porque el miedo es la medida de lo que es importante-
sentirlo calcificado en los nervios,
emplazando al corazón a latir más fuerte,
a tensar los músculos hasta que se rompan,
a estirar los sentimientos como una membrana
y rebotar en ella,
incansablemente.

Percutir en un fulminante,
desarbolar las rocas,
anegar un océano
y fundir mil patrias en una sola escoria,
y pedir que sobrevivas…
porque
-aun en el naufragio-
hallaré la costa.


      The Sheltering Sky Theme -Piano Version- (fragmento de la banda sonora),   Ryuichi Sakamoto

miércoles, diciembre 17, 2008

El libro del desasimiento (VI)

Tuvo algo de espartana mi infancia, aún lo llevo a cuestas. Lo percibo nítidamente cuando, como ahora, vuelvo a casa de mis padres. Estoy escribiendo sobre la mesa en la que estudié mis últimos años de instituto, una mesa de oficina de hará unos 50 años, gris, metálica y fría y que llegó a casa cuando la fábrica en la que trabajaba mi padre quebró y sus bienes fueron embargados para pagar a los trabajadores. En el archivador de su izquierda aún está mi libro de escolaridad y mi título de bachiller, los de ingeniero y doctor ingeniero ya no están, me fui con dieciocho años a estudiar fuera de casa y ya no he vuelto más que esporádicamente.
Mis hermanos están trabajando estos días, también mis viejos amigos, así que estoy aquí rememorando, reconstruyéndome, recuperando la sensación de pérdida que siempre me envuelve en forma de bajo continuo. Aquí hay cartas de mi primera novia, aquí hay restos de lo que fui alguna vez, y hace frío, hace frío por dentro y por fuera. Aquí permanecen historias de desamor y desasimiento, esa balsa a la que nos aferramos los que sabemos que nuestro lugar siempre se halla lejos de dónde estamos, los que sabemos que nuestro afán será difícilmente colmado y que, cuando lo ha sido, siempre lo fue por un breve lapso de tiempo. Pero está en nuestra naturaleza, es el aire que, como dijo Kant, permite volar a la paloma a la vez que la refrena, medio y obstáculo indisolubles.
El desasimiento es la máscara, la coraza que oponemos al desaliento los que tenemos demasiadas esperanzas, los que perseveramos con terca lentitud en extraer esos momentos íntimos y de comunión extrema de las personas que nos conmueven. En demasiadas ocasiones, en mi caso, amar se ha convertido en un oficio de perfumistas, en destilar unas gotas de esencia e intentar memorizarlas, en buscar nuevas fórmulas de extraer lo fundamental con la colaboración del hambre y la sorpresa, la ternura y la pasión, la imaginación y la sonrisa. Pero luego comprobamos, una y otra vez, que somos incapaces de evocar olores desde la memoria. Sólo somos capaces de reconocerlos. Aquí radica el drama. Y su perturbador acicate.
El frío es contrario al desasimiento.


      24 preludes for a fugue (fragmento de la banda sonora),   Arvo Pärt

24 preludios para una fuga

Buscar la soledad
es ficción de alcohólico,
un mito sin caverna,
un noúmeno inaprehensible.

Buscar la soledad
es tarea de acróbatas
sobre un cable flexible
que tanto está como se ha ido.

Buscar la soledad
es propio de escapistas
que, ni con cadenas,
consiguen asirlos a la vida.

La escena que he seleccionado de Arvo Pärt: 24 preludios para una fuga, la podéis descargar (18MB) (botón derecho, guardar como)
aquí

lunes, diciembre 15, 2008

De ojos y branquias

Pulso el pensamiento
con las notas que suenan
como quien escucha
cerrando los ojos,
las branquias abiertas.

Pulso el presente
donde el rocío se adhiere
y refulge con los ojos cerrados,
abriendo las branquias
para filtrar tu deseo
cuando me atraviesa.

Aunque tú ya lo ignores.
Aunque yo no lo sepa.




      Variations for the healing of Arinushka (fragmento editado), Arvo Pärt

viernes, diciembre 12, 2008

Desvelarte

A Luzamarga debido

Desvelarte es quitar al tiempo su corteza,
sumirse en un sol en medía noche,
navegar por el campo sin luciérnagas,
confundir lo escondido con lo eterno,
reír del mar una palabra,
beber del aire sus orígenes,
transmigrarse en culebra que te repta,
en minero que entiba tus cavernas,
en afán del revés encontronado,
pasear a un palmo de las aguas
y romper a nadar entre tus pechos.

Desvelarte es escribirme las Meninas,
almorzar en un jardín del Bosco,
perfundirme en amarillo colectivo
y devolverle a Van Gogh toda su oreja,
tender al sol los girasoles
y beberme de un trago las tristezas.


Aproximación de "m" por "f"

"Te haces preguntas no sólo para obtener respuestas, sino porque esperas que cada respuesta te haga algo menos miserable.
Pero cuando se acaban las preguntas no sólo se acaban las respuestas, también se acaba la esperanza"
House, MD


No hay respuesta airada
-no puede haberla-
cuando lo que queda en mí para ti es sólo tristeza.

Sólo te disocio de tu presente,
guardo los que fuimos en la memoria
y no me pregunto si fue verdad o mentira:
fue como lo viví.

Y eso me basta.

[Y, aunque me basta,
hoy me río,

aquí y ahora me río,
aunque con sonrisa amarga,
desencajada,
a contrapunto.

Pero permíteme que me ahorre el tango, porque, como dice Acho Estol:

"En la búsqueda del "fango"
que es el karma de mi vida
esta historia es repetida,
casi no merece un tango".

PS.- Vale, vale, cambié "mango" por "fango", pero era más aproximado. No digo exacto, sólo aproximado. Ligaduras de la rima...]

miércoles, diciembre 10, 2008

Madrid, 1991

Ambos éramos prácticamente extraños en esa ciudad, y su descubrimiento en común daba a cada hallazgo un cincel con el que grabarnos el alma.

A veces olvidamos que hay personas que nos pueden volver a conmocionar con su sola presencia. Pasan los años y olvidamos esa potencialidad, pero no olvidamos la conmoción que nos causaron: se hunde en nosotros para darnos forma.

Somos en ellas.


      Fragile e conciliante,   Arvo Pärt (Lamentate)

martes, diciembre 09, 2008

Tú, el aire

Yo, el vacío, tú el aire. Yo, el objeto, tú, el aire
Solemos pensar que lo complejo
es, en su esencia, superior a lo sencillo.
Pero, lo sencillo, debe huir de lo complicado
como el aire huye del objeto que lo penetra
y busca el vacío para completarlo.

Yo, como vacío, te busco para completarme.
Yo, como objeto, ansío penetrarte.



      Da pacem Domine, Arvo Pärt (Lamentate)

Breath

Él esta condenado a muerte y, por sus intentos de suicidio, ha salido en las noticias. Ella quiere conocerlo y va a la cárcel a visitarlo. Ambos son personas retraídas y, en cierto modo, atormentadas. En una visita ella empapela la celda para mostrarle la primavera. Dura poco, pero ha sido primavera.


La escena que he seleccionado la podéis descargar (16MB) (botón derecho, guardar como)
aquí

La película es de Kim Ki-Duk, ya hice mención en otra entrada a su película Hierro-3.

sábado, diciembre 06, 2008

Ser sin ser

En el difuso fondo de un cuadro viejo
creo discernir unos ojos
que me miraban con el vidrio de unas incipientes lágrimas.

Vienen vaharadas de memoria.
Arriban destellos de deseo.

Pero no me es posible distinguir
si memoria y deseo son origen o causa
o si se entremezclan dándose sentido.

Debe ser éste el sentido de las cosas.
De todo lo que no fue pero ha existido.

Diciendo lo indecible

Confiar o desconfiar es lo mismo si lo mismo es todo lo bueno o todo lo malo, es decir, si todo lo bueno es bueno y todo lo malo es malo. Y ya no entro en los juicios de valor de bondad o maldad, eso queda para los que juzgan sin temer ser juzgados, y no digo temer en el sentido de recibir un castigo, sino en el sentido se sentir vergüenza, porque el miedo al castigo es sumisión y la sumisión supone ser inhumano, y no le doy crédito sino a lo humano. Y digo, entonces, que es imposible mantener con coherencia que lo bueno no es malo y viceversa... y si vice versa, habrá que concluir que vice rima ¿con qué? con tima, con sublima o con estima, todo en tercera persona del singular. Por tanto, si no todo lo malo es malo ni todo lo bueno es bueno, confiar y desconfiar es lo mismo, aunque sean antónimos. Y si los antónimos significan lo mismo, los sinónimos (antónimos de antónimos) son sinónimos, o sea antónimos. O, en consecuencia, sinónimos. Y si el lenguaje permite todo esto, y es la base del conocimiento, habrá que concluir que el conocimiento es autoantónimo, o sea, sinónimo de su contrario.

Guillotinado el conocimiento, quedan tus besos, que no son ni buenos ni malos, son gratificantes, lo que no es ni bueno ni malo, o sea, que están en otra parte, como yo, y eso me jode lo indecible (pero queda dicho).

jueves, diciembre 04, 2008

De honduras y de cuevas

Tensión prensada entre dos manos
-acaso agua, acaso seda-
junto a un deseo que nace
como brota la hierba de la grieta
-con hondura de cueva-
mientras la sombra me posa entre tus pechos,
mientras tu vientre se arroba entre mi pena.

Buscas un lugar calmado para vernos,
como si no fuera suficiente con mirarte
-abstraído del mundo
pongo en tu sonrisa un beso-
para presentir la primavera.

Pasión licuada entre dos manos
-entre tus ojos,
en tu frontera-
y el silencio largo del abrazo,
como al que amas
por vez primera.

miércoles, diciembre 03, 2008

Singladura

Disocio mi memoria de tu presente
como se disocia el anhelo de la furia.

En esta travesía que te usurpa
dejo el timón gobernado por el viento,
tiendo las velas,
largo las escotas,
y espero a que decida la corriente.

Gegen Die Wand

Ella es una alemana de origen turco. Su familia la controla tanto que ha intentado suicidarse. Él también es alemán de origen turco y ha estrellado su coche contra una pared también para suicidarse. En el psiquiátrico se conocen y ella le propone que se casen por conveniencia, así ella podrá hacer lo que quiera. Al final él accede.

-Estoy enamorado, me ha embrujado.
-¿Sabes siquiera lo que es el amor? El amor es como un tiovivo, pagas y empieza a girar, pero sólo da vueltas y el caballo sobre el que vas montado es de madera.
- No entiendes, no entiendes nada. No tienes ni idea.

La escena que he seleccionado la podéis descargar (20MB) (botón derecho, guardar como)
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La canción se llama "Lag Bari" y es de "Fanfare Ciocarlia".

martes, diciembre 02, 2008

Y es que quiero

Y es que los ataques de optimismo hay que magnificarlos y bebérselos aún sin sed... que ya vendrá...


Y es que quiero
apoyarte en la pared
y subir por tus tobillos
esperando a que la risa
nos ataque sin cuartel
y enrollados por el suelo
ganemos la nueva fe
y libremos ese duelo
tu sentada y yo de pie.

Y es que quieres
que yo haga de camionero
y tú de puta de motel,
yo saber de tus cosquillas
tú del gusto de mi piel
y bebernos los recuerdos
como un trago ya sin sed.

Y es que quiero
que tomemos un café
recostados en cojines
y mirarnos otra vez
y que endulcen los deseos
que endulce hasta la hiel
y correr desde la haima
hasta el cuarto de un hotel
y rezar hacia la Meca
yo de alfombra y tu de fiel.

Y es que quieres
que me vuelva del revés
y ponerme de rodillas
frente al manto de tu tez
tú reír en mis mejillas
y yo en el filo de un papel.
Y, aunque no te lo creas,
y es que quiero yo también.

(La melodía sólo está esbozada, pero pronto tendrá hasta los arreglos :-))