viernes, septiembre 26, 2008

Ejerzo el olvido de memoria

Porque he aprendido el olvido de memoria...

Hay una magia que sabe a derrota
y se infiltra en el calcio de los huesos.
Pero persiste tercamente
como la gota que, paciente, horada la montaña.

Hay una magia de sueños silvestres
que viste la ventana de susurros
y la llena de manchas de carmín
y de aliento en gotas.

Hay una magia que asiste a la tierra
de humedad de turba,
de lecho de césped.

Y hay una mística en esa magia.
Y un resplandor en el silencio.



      Kyrie,   Arvo Pärt

Táchese el “en” si es conveniente.

Yo creo poco.
Pero creo bien.

Creo en la convicción profunda del amor.

viernes, septiembre 19, 2008

Marditos Roedores

Este martes 23 de septiembre a las 00.30 tocan los Marditos Roedores en las fiestas de la Mercè. En el portal de la Pau, mis dos buenos amigos Comandante Loperena y Joselito presentan su nuevo disco "A tutiplen", editado por Zientovolando, una pequeña productora independiente. Estarán arropados por otro grupo de amigos que se dedican a la música: Raimundo Amador, Pepe Bao, Ojos de Brujo y algunos otros que no me han querido confíar... es un secreto.

Os dejo algunas canciones de su anterior disco, por si os gusta y os animáis a venir verlos.


      Búscalo,   Marditos Roedores



      Camino perdido,   Marditos Roedores



      Contigo a mi lao,   Marditos Roedores

miércoles, septiembre 17, 2008

Manto de musgo

Cómo duele este dolor que ya no duele.

Desgastado el peso,
las uñas desgastadas
por excavar en esta forma cruel
de ser sombra en un olvido,
planea la memoria dulcemente
como en un manto de musgo
que hace un hogar en una roca.

Cómo duele este dolor que ya no vivo.




      Older Chests,   Damien Rice

lunes, septiembre 15, 2008

De nuevo, tu enseñanza

Cargar siempre con el cuaderno a cuestas.
Escribir lo que otros sólo viven.
Confundir la ficción con la mentira
mezclando alcohol y sangre.

Pero, lo peor,
es saber que ahí afuera
sé escribir sin escribir palabra.
Que sé vivir.

Tú me lo enseñaste.




      Siro Husher,   Djivan Gasparyan

martes, septiembre 09, 2008

Entre los robles

La deriva de las horas sobre las manecillas del viejo reloj de pared se transluce en la paulatina falta de luz de las ventanas, unas ventanas pequeñas, como dispersos oasis de luz en la extensa oscuridad de las paredes de piedra de una vieja casa de alta montaña. Hoy me hubiese gustado bajar al río y contemplar desde el puente románico las truchas en la poza, pero he tenido miedo de que me asaltaran los recuerdos y, al final, aquí están de nuevo, traídos por la brisa fría de las cumbres. Sólo han pasado diecisiete años desde entonces, aún es poco tiempo.
He subido a las golfas para recoger nuestras fotos, aquellos instantes congelados en unos papeles que han virado algo al sepia, pero mucho menos que nosotros. Y, sin embargo, cuando cierro los ojos, aún puedo escuchar tus primeros susurros en mi oído, esos sonidos no han envejecido, siguen sonando en mi cabeza como antes, pero ya no me transportan a la dicha de la sensación de inmortalidad, de transcendencia, de haber cumplido un destino; sólo me sumen en una melancolía imprecisa, casi indolora.
Miro tus ojos en la fotografía y te sonrío como si de alguna manera pudieras presentirme. Miro tu sonrisa y se traslada a mi rostro, como si fuera un espejo capaz de reflejar el tiempo, como un sortilegio ancestral entre los robles.




      Banda sonora de "36 Quai Des Orfevres",   Erwann Kermorvant y Axelle Renoir

lunes, septiembre 08, 2008

Viniste a mí

Viniste a mí
como brizna en un vendaval,
viniste a mí
sabiendo que no harías más que llorar,
viniste a mí
como arroyo de un arrabal,
viniste a mí
con labios huérfanos para besar,
viniste a mí
con las galas de un funeral,
viniste a mí
con brazos ávidos en abrazar,
viniste a mí
de blanco a un lodazal,
viniste a mí
con ojos de deslumbrar,
viniste a mí
con saliva de manantial,
viniste a mí
para aprender a amar.



      Banda sonora de "36 Quai Des Orfevres",   Erwann Kermorvant y Axelle Renoir

sábado, septiembre 06, 2008

Contraste cosmológico de la vejez

Hoy me habita una ira contenida,
subdesarrollada, raquítica, anémica,
vamos: una mierda de ira.

Extraño mi ira hecatómbica,
catastrófica y termonuclear,
cataclísmica -como algunas estrellas-,
de súper nova.

Será que el mundo ha mejorado
o yo me he vuelto viejo…
…joder, he envejecido.

La loca lucidez

"Me envenenaron con estricnina
así, cuando resulte cosido a balazos,
con el cuerpo lleno de veneno,
me volvería a morir...
pero mira, estoy vivo"

Leopoldo María Panero (citado de memoria,
que ya sabemos que es traicionera)

- ¿Queda algún amanecer?
- Si, ayer vi una docena en un todo a cien.
- Pero sólo me quedan seis euros.
- Entonces, son diez.

jueves, septiembre 04, 2008

Simbiosis: experimento tres

El regreso tiene su carga de melancolía. Quizás por lo que no se ha vivido allá dónde se vive. También por lo vivido. Quizá porque es raíz de nuestros sueños huérfanos, quizás porque nos ha tejido la personalidad con su paisaje, quizás porque no hemos anclado las raíces.
Es difícil salvarse de las lágrimas al leerte. También es difícil salvarse con ellas. Nada está escrito, salvo el pasado y, hasta él, puede reinterpretarse con unos ojos limpios.
La desesperación requiere de palabras urgentes, maximalistas, la desesperación requiere de una fuga, aunque sea suicida. Hasta estamos tentados de romper los lazos que nos atan -sin saberlo-
a la vida, porque desear, añorar, no es en vano, si no es vano lo que se desea o se añora.
Hay hechos en los que se permanece, mientras que lo que no se ha hecho perdura en el limbo de la duda. Sus consecuencias no se plasmaron y quedan en el ámbito de especulación que bucea en la memoria y fabrica un futuro construido de la misma materia, aunque la razón se oponga o, tal vez por ello.
El adiós es una evidencia y negar lo evidente es una necedad, pero limitar la realidad a lo evidente, no lo es menos: el miedo siempre llega con un minuto de adelanto.

Estruendosa impaciencia en un septiembre descalzo, preludio de un cristal de noviembre.


      Le scaphandre et le papillon,   Paul Cantelon

miércoles, septiembre 03, 2008

Iwo Jima

Escribir no siempre me transmite calma, pero, a veces, lo consigue. Es difícil volver a dónde no se ha estado: es más fácil escribir sobre ello, mucho más fácil.
¿Por qué me empeño en cavar trincheras si lo que deseo es avanzar? Quizás por esta frase que escuché una vez a un viejo amigo (la cita no la he encontrado, aunque podría pertenecer a “El arte de la guerra” de Sun Tzu): “No te opongas a una fuerza muy superior a la tuya, retrocede hasta hacerte fuerte mientras esperas a que se debilite. Luego avanza con determinación.”
Estrategia. Siempre la estrategia. Pero ya sabes que la vida no es un juego de estrategia, sabes que a menudo lo único que funciona es el ataque “banzai”, frontal y a pecho descubierto, disfrutar de la carga que puede ser la última sin sentir miedo por ello.
Recuerda, siempre que te has sentido feliz fuiste un “kamikaze”. Aprende la lección.



      Banda sonora de "Cartas desde Iwo Jima",   Kyle Eastwood y Michael Stevens