Posología de vos
humedecen las únicas palabras
por las que vale vivir.
Alejandra Pizarnik
Una tarde dormita entre mis manos,
entre estas paredes color salmón ajado
que ahora me contienen apresándome
y que me amasan con recuerdos
de deseos y deseos.
Dormita entre esta tarde
un ser ahora huraño,
que supo gozar de la presencia
del ser -sin más- feliz a secas
-y a húmedas caricias
y mordiscos,
a llaves de amor
entrelazado con tus piernas-
“Sin más”, se dice pronto,
pero cómo cuesta retenerlo en este ánimo
cuando tu presencia se administra
en pastillas de 500 miligramos:
una al día…
…y cuando hay suerte.