martes, enero 25, 2011

Decir, hablar, escribir

Una relación es una grieta, una disponibilidad abierta a la mentira, a la decepción y al resentimiento.
Réjean Ducharme, El valle de los avasallados

Debiera decir algo sencillo
como «hoy hace frío»
o «el mar sigue en calma»
pero hablaría de otra cosa
distinta a la que me empuja a escribir.

Las palabras sencillas
son las más difíciles.

Son inmediatas
o imposibles.




Waking Expectations, Rafael Anton Irisarri
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lunes, enero 24, 2011

El chantaje en el sueño

...
tiemblan sobre las vigas de lo que ya no existe,
sobre la complicada manera de entender
el chantaje del tiempo.
Luis García Montero

Me gusta llegarte extrañamente,
con la sencillez del viento sin invierno,
sin el cobijo blanco de la bruma
ni su forma blanda de ceguera.

Me gusta llegarte frágilmente,
con la ductilidad de lo que apenas casi existe,
con la inquietud de la ceguera frente al pozo
y la emoción que el vacío nos reclama.

Ser soporte de la nada que persiste
en algo que se torna complicado
por no ser más que un deseo.

El sueño apenas sabe de chantajes.
Por eso es tan difícil sobornarlo.



Door of our house, Goldmund (AKA Keith Kenniff)
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jueves, enero 20, 2011

La bruma en la cámara

Cuando el mundo se ausenta por el ruido
puedo ponerle los audífonos
que amplifican la bruma en días sin niebla
y -sin costuras- enfrían los bolsillos,
hacer del suspiro un norte en un polo
y, de los machos, hacer todos cabríos.

¿Cabrías tú en el silencio?
¿Cabríamos en un sub sub sub sub sobresentido?


        Resumo el orden de la ausencia:
                tús nos ques yas tes hass idos.


Des plumes dans la tête, Sylvain Chauveau
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domingo, enero 09, 2011

Nikon D80, 25 de enero de 2009


- ¿Qué querías enseñarme?
- Esto. Este momento.

Die Fremde

Desprotegido sin bruma, sin invierno,
quizás el sol consiga momificar el alma;
engañarse uno para mentir al otro,
cegar con puertas las ventanas:
las ventanas siempre requirieron vuelo
las puertas, sólo arrastre, inercia inerme.

No, no me refiero a ti,
hablo del antes subjuntivo,
desiderativo de declinación inevitable.
Ocaso, ocaso, ocaso, ocaso
luminaria más médula ursalina:
clave, clave, clave, clave,
oscuridad luz luz oscurecida
liberación de piedra en sus partículas
inconjunción articulada de las vértebras,
caderas que cercenan todo el peso:
adoquines, un paraguas, calle estrecha,
parideras en los macizos calcáreos de la vida.


Havelock, Goldmund (AKA Keith Kenniff)
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miércoles, enero 05, 2011

Completa lo que sobra


He estado observando mi vida, la veo pasar.
Y, por más que intento saltar y entrar en ella, no puedo.

Mad Men


No quiero saltar sobre mí
hasta aplastarme en otro:
sólo me sobra alguna parte.

Quizás, desde tu absurdo,
completes lo que sobra.



Naval, Yann Tiersen
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La arena en blanco

Aunque pasó mucho tiempo hasta que le hicieron pagar por su entereza, a él le pareció sólo un momento. El tiempo discurre más lento para los culpables, le pesa cada segundo como si de minutos se tratase. Así fue, como casi siempre. Como casi siempre, el tiempo se desplaza con la inversa proporción del deseo, con la lentitud de la rutina, con la desproporción de lo adecuado.

Quizás debiera decir que fue entre brumas lo que vino a sucederme, quizás debiera decir que fue en un lugar nunca pisado por rey alguno, o, en mi obscura nebulosa de provinciano venido en primer viaje, puede que confunda el peso de los actos y los aligere. O puede que, de alguna manera, haya comprendido su forma de paisaje, lo humano de su corazón en su latido. Aunque resulte extraño y exuberante, aunque sea fácil obviar lo que estoy escribiendo –cerrad y ceded a lo sencillo por complejo, cerrad y ceded a lo complejo por extraño… o mantened abiertos los ojos para seguir leyendo esta historia de hoces y de tierra- y la extrañeza sólo sea un manto que cubra el desencanto y la emoción que entraña la pérdida de expectativa: sólo cabe renacerse distinto, en reflexión como un incesto íntimo y obscuro. En comunión con el blanco frío de la niebla, o el blanco externo de tus ojos. O en extenuación como cuando creo respirarte, o en unción húmeda cuando nos besamos: aparta el corazón, cierra los ojos, distribuye el peso de tu abismo para que pueda soportarlo, o concéntralo en un punto para que el dolor sea un placer insoportable.

Fotografías de un cuento como quien acierta a ser en vida. Bruma de hoces en la tierra. Nubes que nutren el subsuelo. Palabras que sufren el contacto con el plástico y se abortan en sí, sin deslizarse por la tinta ni la pluma. Escribir como golpes o disparos, no como corriente y corrimiento. ¿Qué saldrá de este mundo áspero acotado en ochos? Sales tú, de vez en cuando, cuando miras si algún borracho en algún taxi busca una rubia y le grita queriendo ser faquir, queriendo ser naufragio. Queriendo ser arena que deforme todos los desiertos. O cuando el borracho, a fuerza de no verte, te adivnia, y cree que quieres ser naufragio en todos sus desiertos.


Blanc, Sylvain Chauveau
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