domingo, agosto 28, 2005

Amago de escape

Círculo de fuego
acechante entre el Averno
y el ateo Mesías que es la palabra.

Amagos de escape
pertrechados de sangre
no demasiado joven
pero hambrienta
-desconsoladoramente hambrienta-
portadora de un ansia borboteante y espumosa
ávida de una paz desconocida
aunque presagiada
una paz henchida de sensaciones
y de vida
Una paz mortal enemiga de la muerte.


Nunca fue mentira

Revestidas las rocas por la luna
-con su blanca luz llena de nubes-
parecen inocuas sus aristas.

El caminar descalzo sobre ellas
recuerda
-con sangre en la memoria-
el filo voraz de sus salientes.

Resuena el balaban en esta noche
con melodías de sueños travestidos
difundiendo sin peso las promesas
mientras la luna llena camina hacia nosotros
y un temblor antiguo nos aleja.

Palpita en mis dedos tu cintura
con un mirar marrón que encumbra tu sonrisa
con promesas de fidelidad hasta la muerte:
y, después de tantos años,
he de confesarte que
-aunque ya no lo recuerdes-
yo sé que nunca fue mentira.


viernes, agosto 26, 2005

Maraña

Supe que en tu aliento habitaba
la sangre que culminará el camino.

Supe que no sólo tu aliento
construye la maraña de tiempo
que teje paciente la zozobra
que me inunda al desatarse la riada:
también una flor que resiste entre las rocas,
una porción de voz, un sabor a tierra
y el sonido de tu llanto entrecortado.

martes, agosto 16, 2005

Peregrinación

Alejado estoy de lo cercano
mas cerca estoy
-a un solo paso-
de creer saber por qué he soñado
en los días de "a diario"
y también en las fiestas de guardar:
observar el mundo resulta improductivo
sin alguien no te incita a mirar.

domingo, agosto 07, 2005

Sutura

Aplausos,
y tras los aplausos nada resta.

Asumo tus palabras
mientras enhebras la aguja
con hilo de sutura
para intentar cerrar los cortes que sufrimos.

Tuya es la voz, tuya la palabra
pero el vacío que engendras nunca es tuyo:
se hace con dolor de hiel
-sabor amargo-
como el rescoldo del amor en tu garganta.

Te escondes, me escondo, escondemos
la vida entre métricas y estrofas
y no asumimos
-al menos yo no asumo-
la perfecta lección de tanto verso:
fuimos heridos y heridos persistimos
y la herida abarca nuestras vidas.