domingo, agosto 07, 2005

Sutura

Aplausos,
y tras los aplausos nada resta.

Asumo tus palabras
mientras enhebras la aguja
con hilo de sutura
para intentar cerrar los cortes que sufrimos.

Tuya es la voz, tuya la palabra
pero el vacío que engendras nunca es tuyo:
se hace con dolor de hiel
-sabor amargo-
como el rescoldo del amor en tu garganta.

Te escondes, me escondo, escondemos
la vida entre métricas y estrofas
y no asumimos
-al menos yo no asumo-
la perfecta lección de tanto verso:
fuimos heridos y heridos persistimos
y la herida abarca nuestras vidas.

1 Comments:

Blogger indah dijo...

"-al menos yo no asumo-
la perfecta lección de tanto verso:
fuimos heridos y heridos persistimos
y la herida abarca nuestras vidas."


Yo hago mías -hoy- todas las "heridas", y el hilo de "sutura" necesario para coserlas. Tan "mí" me he sentido que he estado a punto de buscarme en ese vacío en el que no iba a encontrarme: nunca es mío.

Con demasiada frecuencia ocurre que la vida es una herida tan perfecta que nos mata (poco a poco).

7/8/05, 9:00  

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