Garra
poco a poco
se adueña de la tarde
que se adentra en la ventana
con su perfil de sombras.
Aunque sé que es posible
atravesar la luz
sin dejar rastro,
hoy me fijo en mi dureza
-también la observo-
como una garra
se ancla en el cemento.
En los momentos de desamparo, cuando la realidad se convierte en pesadilla, todos buscamos motivos racionales para sobrellevarla, pero raramente se encuentran. Por ello, cualquier acto que nos procure la sensación de que nuestra angustia está justificada y consiga sublimarla es lícito.
Aunque sea ilusorio.
Aunque sea nada
En realidad lamentaría no leer lo que casi no he escrito.
Textos y fotografías originales de
Carz