Tan sólo anochece
Racimos de minutos
engarzados con paciencia y con pericia
te contemplan
salvándote de la desesperación.
Hacen blanco en tu centro
y rompen
-por fin-
la bizna que te separa del mundo.
o inadaptado entre la gente,
ni lamentes haber sido
un estúpido de nuevo,
ni permitas
que la desazón
te desborde por costumbre.
Quiero salvarte
haciéndote sentir
que el cariño ancho
no es por ello flojo.
perfúmate de sal y de tierra
y de un aire fresco y húmedo:
excitante.
Grande es el beso
que has dado
otra y otra noche
y que descuidadamente
te devuelven amantes
con sonrisa perdida y clara,
o el vacío.
de la que te permite
el conocer que los corazones
son pura invención
que sólo late en el recuerdo,
y agradece que,
aunque nadie supo decirte
que vivir no era un juego de estrategia,
la confusión no te haya agostado
por completo.
si crees que se te ha acabado el camino
y notas que el sol desaparece,
no te alarmes:
es tan sólo que anochece.