martes, diciembre 23, 2008

De un arma un cucurucho

Cuando no se duerme
no se fijan correctamente los recuerdos
y uno puede modelarlos a su antojo:
hacer de un silencio una sonrisa
o de un adiós un hasta luego.

Y puede caer en la ilusión de lo real.
Y puede enfrentarse a lo ilusorio
desenfundando un cucurucho de helado de turrón
y hacer frente a lo posible.
Pero, ¿a quién le gusta el helado de turrón?

Vale, también lo llevo con las flores.

2 Comments:

Blogger La paciente nº 24 dijo...

En la vigilia, la realidad se compone de lo atónito por ser más imaginativa.

A mí me encanta el helado de turrón, las flores sólo si se derriten.

23/12/08, 12:11  
Blogger Luzamarga dijo...

Un helado de flores, unas flores de turrón...y hagamos lo imposible, que "de lo posible ya se sabe demasiado".

Mis besos.

23/12/08, 22:40  

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