En Alicante, su provincia y la mía
No tengo el cuajo
para ser inmarcesible
y visitar el
penal como palabra infame
del mayor poeta
que no he conocido
como tan sólo
otro que nació en Oviedo.
Visitar la cárcel
que umbrió en la pena
a un hombre que
fue tan valiente
para escribir en
la casa de Vicente Aleixandre
al regresar del
frente:
aquí hay much@
put@ y much@ hij@ de put@
He visto varias
veces la indicación del penal de Alicante,
pero me dolería
verla por lo tan próxima:
tampoco entré a
Colliure para honrar a Antonio.
Me causa pudor
llorar de corazón a branquias.
Quizás en el
rincón de mi extremidad palmípeda
llegara discernir
lo claro de lo blanco,
lo azul de lo
flamígero,
lo dulce de lo
tierno,
lo amargo de lo lo
estanco,
lo azul de lo
marino,
o lo negro del
barranco.
Quizá o tal vez
nunca
perdone lo tierno
de la aliaga,
lo frágil de la
roca,
el sueño de la
historia,
la inhabitabilidad
del tiempo...
o un rumor de
sequedad que nunca me redima
acabe en ser mi
manantial de faltas.
Vivir en este
tiempo
-por culpa de este espacio-
es tarea de infames.
-por culpa de este espacio-
es tarea de infames.
Y no purgo mi culpa,
ni tengo más razón que el alimento
de su tesón y mi renuncia,
de su corazón en mis lamentos.
ni tengo más razón que el alimento
de su tesón y mi renuncia,
de su corazón en mis lamentos.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home