(no conozco vena que guarde tanto aroma)
Si aprendo que la vida no es lucha de trincheras
porque ignoro del mundo lo preciso
y absorbo lo precioso que se pierde…
deberá ser que sigo borracho entre tus manos,
ebrio con todos tus sentidos,
-y hasta alguno más que no me otorgas
o ignoro si lo haces
o haces o ni hicieras
flores que se vuelven miradas de relámpago-
enfermo de empeño y de deseo;
fugitivo de ser un epitafio.
porque ignoro del mundo lo preciso
y absorbo lo precioso que se pierde…
deberá ser que sigo borracho entre tus manos,
ebrio con todos tus sentidos,
-y hasta alguno más que no me otorgas
o ignoro si lo haces
o haces o ni hicieras
flores que se vuelven miradas de relámpago-
enfermo de empeño y de deseo;
fugitivo de ser un epitafio.
3 Comments:
Borracho entre unas manos,
enfermo de empeño y de deseo,
fugitivo de ser un epitafio.
Bellas y tristes imágenes de aquello en lo que nos convertimos cuando no estamos a la defensiva ante la vida sino que absorbemos lo precioso que se pierde.
Abrazos.
Aprende pronto… y ve.
Enfermo no durarás mucho, o sanas o feneces.
Un nodo...que no es obstáculo.
La cinta de Moebius
:-)
Besos!
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