La lluvia en Malasaña (II): Completitud
Encendí la luz
cuando cerré los párpados.
Quiero aprehender la vida con el tacto;
tacto dócil en tacto temerario,
tacto de ti en tacto de tu abismo,
silencio en soledad...
...y tan repleta.
PS.-
cuando cerré los párpados.
Quiero aprehender la vida con el tacto;
tacto dócil en tacto temerario,
tacto de ti en tacto de tu abismo,
silencio en soledad...
...y tan repleta.
PS.-
Y, sin embargo,
ausencia ausente
en-sueño blanco,
o sueño circunflejo o llanamente agudo
o, por el contrario,
agudamente llano...
... te llamaría por tu nombre,
pero ignoro si te define suficiente
para encomendarme a tus palabras
(yo, prefiero tus pezones
heráclitos inmovilistas de tu aroma,
mirada desvencijada entre mudanzas
-mudas de mí, mudas de ti, mudas de un lugar que desconoces
o te asusta,
--que también fuere posible--
)
pero, si algo fuere posible ,
hubiere que quemarlo
(tanto sabio no debiere resultar improcedente,
debiere de hacer de ti un arcoiris
que le diere a la lluvia su destino
o un color al viento
o a su aroma)
O escribo lo contrario:
hoy ni sé si diluvia en malasaña.
2 Comments:
Luminosidad de los párpados cerrados.
Quizás la claridad del tacto.
Soledad repleta de silencio.
Un abrazo.
La completitud en el tacto… y no hay tacto sin algo que tocar, no se puede tocar lo que no está… tendrás que ser el sabio para no escribir-tocar lo contrario.
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