Futuro impermeable al subjuntivo
en los que perdemos el ritmo
-por no perdernos la mirada-
florece una pisoteada historia:
¿Cómo, si no, entender lo acaecido?
¿Como, si sí, aconteció lo acontecido?
Entre los pasos que dimos
faltan las faltas.
Entre la extenuación queda un reducto.
O sea, tú.
Seas quien fueres
cuando fueres quien seas.
Delimitar es siempre complicado.
Definir es, a menudo, erróneo,
saber de ti es un ejercicio de sinapsis
cuando las dendritas bailan a sus aires
e incluso, los axones, parecen sombrillas en la playa.
Y tú buscas la sima en la montaña,
la cúspide que no sabemos de qué sirve
ni tampoco lo que alcanza.