domingo, diciembre 27, 2009

Extinción del tú cuando yo ya me he ido

Yo creo cuando estoy equivocado. También creo que estoy equivocado. Por eso creo que creo que te creo en parte – también que, en parte, te construyo-. Por eso creo que creo que la imaginación proviene de la tristeza de contrastar lo conocido. Caballos con alas, mujeres leona u hombres caballo. O tú, que te deslizas por el desfiladero del deseo no sólo visceral, sino también de la emoción: continente y generador volcánicos, redentora irreal de tanta realidad de acero. Busco las nubes para excavar las minas que, a la postre, habrán de sepultarme. Cavo los nichos que deberán llevarme al cielo: percepción enrarecida por agentes bioquímicos, pulsión que nutre la piel de seda que te sueño. Te construyo y deformo a tu antojo. Te reconstruyo y formo a tu antojo. Ya, ya sé que esto último no lo has entendido. Piensa un poco más, mientras cierras los ojos. ¿Aún no? Vaya, será necesario el tacto que afine los nervios, el olor que nos demuestre quiénes no somos.


Undenied, Portishead
Para descargar la canción
pulsad aquí con el botón derecho.


PS.- He recuperado esta canción por ¿azar? Recuerdo una noche en la que, borrachos, la bailábamos en un rincón. Separaste tu boca de la mía y me pediste que te tocara las tetas. Yo, puse la mano sobre tu camisa y me dijiste muy sería: por favor, las tetas. Luego, aquel gato en celo nos siguió todo el camino hacia tu casa.

2 Comments:

Blogger gaia07 dijo...

Estoy contigo, siempre se hace necesario el tacto y el olor, imprescindibles, la extinción se rezaga. Ya te lo dijo ella, toca.

Un abrazo.

27/12/09, 21:01  
Anonymous An dijo...

Es que si no entiende... mejor tocarle las tetas, y que ella busque en la entrepierna...

28/12/09, 1:44  

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