La invención del todo o la necedad de la soledad
Volver a la memoria del cuerpo, he de volver a mis huesos en duelo, he de comprender lo que dice mi voz.
A. Pizarnik
Pero he de comprender mejor lo que mi voz aún calla,
liberar de humedad a la bruma para que se haga polvo
y extraerle el tiempo para que cristalice.
Enhebrar collares de cristales,
hilar fragmentos de bruma aglutinada
una vez el tiempo evaporado y dispersada el agua.
Saber de ti lo imprescindible.
O sea: todo.
Incluso lo que haya de inventarme.
Irene (banda sonora de "El secreto de tus ojos"), Federico Jusid.
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5 Comments:
Difícil la comprensión del propio cuerpo.
Tanto en lo que es como en lo que dice o calla.
Pero mucho más la sel cuerpo ajeno.
Tanto en lo parcial como en el todo.
Abrazos.
En el secreto de sus ojos el espectador siempre se queda fuera de la historia, no sé si fue un meditado recurso de Campanella o algo que inventaron mis ojos. Probablemente lo que nos inventamos sea lo mejor de los otros, quién sabe...
Saber, sí.
En la sexta acepción del diccionario.
Acaso hallada la respuesta, sabido o inventado el todo, no seguirás siendo derrotado.
Solo si al enhebrar, hilar, dispersada el agua, evaporado el tiempo, y cebado el viento en esparcir tus restos, entiendes de tu serena inclinación a la vida incendio, a la destrucción de amar.
No puede ser necia la soledad que te hace crear así, tras el humo de los hechos.
Un abrazo.
Y también me ocultaré en el lenguaje...sin duda alguna, porque emerge la dulce memoria con sabor a amnesia siempre, quizá deba convivir con ello, y he de aprenderlo.
Bello en la oscuridad. Veo un hilo de luz que me conduce.
Besos.
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