Inadvertido
Le pediré el mar…
Le pediré el mar
y me dará la niebla,
como quien da las gracias o la hora:
sin hondura ni atención,
inadvertidamente.
En los momentos de desamparo, cuando la realidad se convierte en pesadilla, todos buscamos motivos racionales para sobrellevarla, pero raramente se encuentran. Por ello, cualquier acto que nos procure la sensación de que nuestra angustia está justificada y consiga sublimarla es lícito.
Aunque sea ilusorio.
Aunque sea nada
En realidad lamentaría no leer lo que casi no he escrito.
Textos y fotografías originales de
Carz
6 Comments:
Pedir el mar, dar el mar, y que naden como si fuera un vaso de agua.
Que manera de robar inmensidad..
Que aburrimiento.
qué hermoso, carz
y qué casualidad
yo ayer también andaba pidiendo el mar
jeje
un besazo grande
El mar nos da a veces lo que no le pedimos.
El modo como lo hace, sin embargo, es impagable.
El vídeo es turbadoramente bello.
Abrazos.
Entonces pídele la niebla, quizás nunca tuvo un mar para darte.
También he sucumbido a los miedos y encantamientos del Mar, ¡me persigue hasta mi nombre!
Es viejo el condenado...
Cuando lo miro y veo en su espalda el horizonte, se me aflojan todas las ausencias y me doy un baño de melancolía.
Un abrazo, amigo mío.
Inadvertidos también los estanques en el cráter volcánico de Waw an Namus, de Libia, o los cocodrilos descendientes de los crurotarsos que una vez gobernaron el mundo, o el “Jet-Man” en un vuelo de 5 minutos a 300 km/h sobre los Alpes…
Merece la pena.
Un abrazo.
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