Equivocadas las palabras
Cuando pesan tanto las palabras
la garganta no puede pronunciarlas.
Se escapan aguas abajo,
descienden por las manos
para alimentar en el papel los signos:
        se vuelven perdurables
        para que la memoria aún pueda habitarlas.
Aún -y todavía-
se visten de nostalgia
negando el no regreso.
Equivocadas.
      Maruxa,   Citania
la garganta no puede pronunciarlas.
Se escapan aguas abajo,
descienden por las manos
para alimentar en el papel los signos:
        se vuelven perdurables
        para que la memoria aún pueda habitarlas.
Aún -y todavía-
se visten de nostalgia
negando el no regreso.
Equivocadas.
      Maruxa,   Citania
2 Comments:
Cuando las palabras pesan y se niegan al no regreso, la nostalgia interpreta mal el equívoco. Pero, nostalgia al fin, es el hábitat más duradero de la memoria.
Besos.
Adios, amor, divina en mi recuerdo,
conocerás un mundo diferente,
te abrirás a otras vidas y a otra gente,
acuérdate de mí... yo sí me acuerdo.
(Vale, esto se lo dije a P., pero a ella no le importa que lo repita).
Un (b)eso desde el limbo...
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