Nada se ha dicho
Ni el golpe de cincel
frente a la piedra,
ni las esquirlas
de corazones desterrados.
Ni siquiera supo nadie
conjugar el verbo adiós
después de haber amado
-amar es sentirse derrotado
y enarbolar el amor a dentelladas-
-amar es erosionar acantilados
con arietes de lágrimas forjadas
en la pulsión obscura de de la historia,
del corazón pertrechado de locura-
-amar es sentirse omnipresente
cuando ni el eco alcanza los oídos-
-amar es desde ayer y para siempre,
porque jamás se olvidará lo amado-
Nada se ha dicho nunca
contra la fuerza empecinada del ocaso.
frente a la piedra,
ni las esquirlas
de corazones desterrados.
Ni siquiera supo nadie
conjugar el verbo adiós
después de haber amado
-amar es sentirse derrotado
y enarbolar el amor a dentelladas-
-amar es erosionar acantilados
con arietes de lágrimas forjadas
en la pulsión obscura de de la historia,
del corazón pertrechado de locura-
-amar es sentirse omnipresente
cuando ni el eco alcanza los oídos-
-amar es desde ayer y para siempre,
porque jamás se olvidará lo amado-
Nada se ha dicho nunca
contra la fuerza empecinada del ocaso.
2 Comments:
Terrible el poder del amor ante todas las durezas, despedidas o amenazas de ausencias o de olvidos.
La tozudez del amor nos deja tatuados de por vida.
Tu temprana presencia por aquí es amable compañía en el silencio del alba.
Un fuerte abrazo.
Nada se ha dicho, pero pudiera.
Ya quedó horadado en la memoria.
Ay del amor y de su fuerza, impertérrita y alegórica.
El adiós por si sólo es tan impreciso....
Olimpia.
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