domingo, abril 29, 2007

Viento de proa

Fuerza uno

Transparente suspiro
cabalgando nubes
que acaricia tu cuerpo
-lanzada sangrante en mi costado-
se desliza en un silencio
debajo de tus sábanas
con un otoño vertido en primavera:
quisiera ser oso que habite tu caverna,
ser pluma arrastrada por el viento
asumir la soledad de todo
mientras grito tu nombre: Andrea.
Mis manos se vacían en silencio,
rebeldes y atónitas te esperan
-sin esperar, es la única manera
que puede soportar mi razón disminuida:
Requiebros, juegos y estrategias
nos degradan como amantes y personas-

No podrá mi persona ser la tuya
porque el viento no conoce de cadenas.


Fuerza dos

Insomne daga que rasga el mundo,
donde siempre se camina por la estela
que los sueños marcaron como digna,
un halcón ciego que se lanza
en picado
confiando en que una paloma lo detenga.
No creo en la justicia
porque soy injusto.
No creo en el viento
porque fui piedra.
No creo en Dios
porque amo al mundo.
No creo en la sombra
ni en la tierra.
Y dicho esto,
creo en vos , princesa,
que me hunde y me salva,
me construye, me derruye
y me encandena.


Fuerza tres

Creo en vos,
más allá de toda espera.
Creo que sabés de toda angustia,
de todo llanto, de todo duermevela,
de toda maldición y toda caricia,
de toda sin razón
y toda huella.

En un requiebro del destino
los dioses soñarán con ser humanos
porque su soledad
les atormenta.


Fuerza cuatro

Puedo soñar tristeza
y congelar el viento.
El tiempo no me roza
ni siquiera.
El odio no me cabe
y no me habita
-nunca supo aprender mi geografía-

Respira
y húndete en mis ojos,
recuerda
y tiéndeme tus manos:
las necesito tanto
o más que el aire.
Necesito sus caricias
en mi frontera.

Fuerza cinco


Suspiro,
respiro.
rememoro,
avanzo, sollozo, retrocedo,
mi voz, sin tu eco no prospera,
mi sangre sin tu sangre queda yerma.

Acaso el destino sea el silencio,
la indolencia sin dolor
es sólo arena,
la pasión que se sabe comedida
no es más que un canto de sirena.
Sabés de mí en tus entrañas,
sé de tus entrañas en mis venas,
y aún así el futuro queda huérfano,
queda ciego, cojo, sordo y mudo...
Sí, seremos incapaces de querernos,
seremos las piedras del camino.

Un sueño desvanecido al alba
no podrá contener
todo lo amado.

Habrá que concluir que no existimos.

3 Comments:

Blogger ybris dijo...

Dichosa Andrea que tanta belleza suscita en cualquier fuerza de viento.
Entre la música que traes y los versos que deshojas no me dejas más que palabras de admiración.

Un abrazo.

29/4/07, 6:29  
Blogger Arya dijo...

Despues d leer y releer todo lo q viven o vivieron, la no existencia.. no cabe.
Muy fuerte Carz, saludos.

29/4/07, 17:10  
Blogger Simplemente Olimpia. dijo...

Me queda una sensación dulce al final, a pesar de la trágica conclusión. No sé.
Ya sin miedo, escribes, con templaza y desazón, pero seguro.

(leí incluso contradicción)
Analogía, simil, quizá estes poniendo la baraja sobre la mesa, o quizá se la ofrezcas a ella...
me sumo a Ybris...en su admiración, pero no creo que Andrea sea dichosa leyendo-te hoy.

Olimpia.

29/4/07, 22:26  

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