miércoles, abril 25, 2007

De noches y alboradas

Recuerdo despertar a tu lado
apenas comenzada la alborada
y, entre la esquiva luz que bañaba las ventanas,
acercarme a tu cuello para olerte
y, así, acertar a conjurar el ansia.

Después, recuerdo levantarme,
peregrinar al salón
para escribir palabras
que acaso pudieran contenernos.

Se cernía la distancia
con su bruma
en cada cinta de tinta desgranada
mientras se posaban los minutos
de mi soledad acompañada por la tuya,
de nuestra soledad acompasada.

Luego venías soñolienta
a mirarme desde la frontera de la puerta,
para hacerme tuyo
mientras te hacia mía,
mientras crecíamos en nosotros,
como un árbol
anclado sin peso en la hondura profunda de la tierra.

Después, venías a abrazarme,
mientras olíamos a amor
en la mañana.

Hay heridas que merecen nuestra sangre.
Hay rostros que devoran nuestras almas.


    Les Pleurs (Sainte Colombe), Jordi Savall

3 Comments:

Blogger Simplemente Olimpia. dijo...

Un recuerdo, idealizable en tus palabras, perpétuo en cada renglón...y perdurable en ese "mientras"
Lo dicho, te leo de viaje,-en ese recuerdo- y sonrío por y para "ella". Dignataria de cada una de tus letras.

La música, grandiosa...un añadido imprescindible.

Olimpia.

26/4/07, 1:43  
Blogger Simplemente Olimpia. dijo...

"no merece la pena comentar la cita de hoy, más que nada, para evitar el desgaste de tener que vomitarla"

Olimpia.

26/4/07, 1:45  
Blogger ybris dijo...

Tras la noche ardiente el alba como acompañada soledad olorosa de amores, como brote claro surgido de las raíces de la oscuridad.

Bello.
Y con Jordi Savall de fondo...

26/4/07, 7:48  

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