De tardes y tareas
La tarea de las tardes
es alargar las sombras,
medir a los sueños
con el corazón humano
del que nunca nadie supo trazar un mapa
sin quedar perdido.
La tarea de las tardes
es anunciar lo negro.
es alargar las sombras,
medir a los sueños
con el corazón humano
del que nunca nadie supo trazar un mapa
sin quedar perdido.
La tarea de las tardes
es anunciar lo negro.
4 Comments:
Ya lo decía yo, más que un consejero lo que necesitas es una linterna....;)
NO es cuestión de suerte, entonces, sino de adquirirla.
Iluminada. Olimpia.
Por favor!!! atribuir la consideración hacia al prójimo al género masculino y su caballerosidad además de una desfachatez me parece una gilipollez.
El hombre caballeroso, lo es...con respecto al otro cuando no precisa demostrar ni su hombría ni su nobleza, por que le es concebida en un saber estar excelso.
Conozco hombres de todas clases y te aseguro que pocos tienen la consideración tal, y que muchas veces es inversamente proporcional a su arraigado título de caballero.
En la mayoría de las ocasiones las mejores citas estan en la vida y no en un libro que las compile.
uff, es que esa necedad me crispó....lo siento...;)
Olimpia.
Coincido con tu apreciación poética del papel de las tardes en el intrincado paisaje del corazón humano.
Otros, más optimistas, la ven como el momento de hacer balance.
Un abrazo.
A mi me tienta mas el comentario de mi amiga Olimpia, eso de "Conozco hombres de todas clases y te aseguro que pocos tienen la consideración tal, y que muchas veces es inversamente proporcional a su arraigado título de caballero"
Cuanta razòn Olimpia, a cuanto 'gillipoyo' le he creìdo y que chasco me he comido! definitivamente el caballero no se pronuncia como tal, sino que solamente 'ejerce'.
Bue, que el poema tambièn està lindo, pero, me tira màs mi aguerrida Olimpia, esta vez:)
Un abrazo a ambos.
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