Un mismo título, pero distinta suerte
Las piedras transpiran
en cada uno de sus poros
océanos de historia:
Polvo de un mundo anestesiado
por siglos de apatía.
Tus ojos desprenden la energía
para engendrar en mi mente
la estructura
de una cinta de Möbius de universos(*).
(*)Como tú,
busco en el aroma de la rosa
el filo de todas sus espinas.
en cada uno de sus poros
océanos de historia:
Polvo de un mundo anestesiado
por siglos de apatía.
Tus ojos desprenden la energía
para engendrar en mi mente
la estructura
de una cinta de Möbius de universos(*).
(*)Como tú,
busco en el aroma de la rosa
el filo de todas sus espinas.
enviado por Carz 1:25 a. m.
8 Comments:
En su rumor de siglos, en su lenta letanía desgranada en un ritmo tan frío, en un lentissimo e piu largo, las piedras nos muestran un contexto. Y aunque lento es latido, y posee pasión de otra manera.
Jamás has visto mis ojos.
Pero suelo buscar en el filo de todas las espinas, el aroma de la rosa.
Y que conste que todo lo digo,
enormemente agradecido.
Una cinta de Moebius de universos?
Demasiado complicado para caber en una mente
tiempo, espacio, terrenos de la nada y del todo, envolventes desde su raiz, aun no. aun no es la hora ni el lugar.
http://elsilencioexiste.blogspot.com/
Pensaba que -tal vez- son muchas las veces
que nos quedamos cortos, pero tambièn muchas las que, a fuerza de empellones, logramos aprender…
y habiendo aprendido,
tocamos y abraz(s)amos màs allà de la palabra.
Què decirte que no adivine una mirada…
El (*) me mata viva:-)
Un besazo con zeta, Carz.
Uno,
Cuestión de definición de rosa: su aroma o sus espinas... quizás sea únicamente su conjunción la que la defina.
Gracia a ti, por tus reflexiones y tus perspectivas.
Cordelia,
Todo depende del grado de precisión, del grado de realidad del que pretendamos ser conocedores. Yo te diría que lo que no cabe en una mente no existe, nunca será conocido por ninguna.
Silencio,
Como dice El Corán ¿quien le hará comprender lo que es el día inevitable?
Querida Uma,
Quizás debamos pincharnos con cada espina de la rosa para ser merecedores de su aroma.
Y en ese momento de lucidez y concreción sólo un abrazo sea capaz de transmitir la sensación de haber vulnerado el tiempo. Y después del abrazo, una mirada y percibir lo afortunados que hemos sido coincidiendo en el tiempo y en el espacio. Y en la misma patria, claro.
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