En los momentos de desamparo, cuando la realidad se convierte en pesadilla, todos buscamos motivos racionales para sobrellevarla, pero raramente se encuentran. Por ello, cualquier acto que nos procure la sensación de que nuestra angustia está justificada y consiga sublimarla es lícito.
Aunque sea ilusorio.
Aunque sea nada
En realidad lamentaría no leer lo que casi no he escrito.
Textos y fotografías originales de
Carz
4 Comments:
Me halagas profundamente.
Gracias, Arya
Preciosa foto.
Da gusto leer tus brisas, sonrisas, delfines y lunas mientras uno va navegando a ese Bizancio al que quizás no es necesario llegar para sentirlo.
Un abrazo.
Hermoso.
Y ese barco...ver un ocaso sobre cubierta, en alta mar, en silencio,ha de ser magnífico...
Ybris,
Tienes razón, no hace falta llegar a Bizancio para evocarlo, al igual que no hace falta el contacto para sentir el calor de la piel ansiada, sólo es necesaria la convicción de sentirlo.
Un abrazo, y gracias por tus palabras.
Publicar un comentario
<< Home