sábado, enero 23, 2010

Convengamos del consuelo y otras cosas

Esta es la locura a la que quiero condenarte.

Es, sencillamente, inútil
como todo lo que rebosa de importancia
y “ no” nos va la vida en ello
-falso, falso, falso, falso,
como el silencio que me brindas
cuando cierras tus ojos
y el horizonte se lamenta
y las olas se marchan al recreo:
¿dónde irán, entonces, las mareas,
dónde zozobrarán las naves con su duelo?-

Es sencilla la respuesta:
todos lo ignoramos.
Y creemos que nos sirve de consuelo.



Promessa, Ludovico Einaudi.
Para descargar la canción
pulsad aquí con el botón derecho.

1 Comments:

Blogger La paciente nº 24 dijo...

Inútilmente útil son los silencios, como cerrar los ojos o taparse la boca con ellos –sí, con los silencios o con los ojos-, para poder sentir las condenas y las cadenas que quedan arrastradas por el suelo. Sería fácil decir quiero, sería difícil decir cómo.

25/1/10, 19:10  

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