De sonríes y sonríos
Sonríes al saber que eres marea,
al sentir que te observo
con la terquedad del viento
y la soledad del frío,
con el imperceptible desgrane de la roca.
Sonríes, como si existiera un recuerdo
que no fuera temblor,
o se desgajase un beso de la bruma
en un trasiego de susurros y de pasos
que se infiltran, luego, entre los libros.
Hoy sonríes,
porque
-en mi quehacer de ser en ti-
hoy sonrío.
A Chloris, Reynaldo Hahn (contratenor Philippe Jaroussky) .
Para descargar la canción pulsad aquí con el botón derecho.
al sentir que te observo
con la terquedad del viento
y la soledad del frío,
con el imperceptible desgrane de la roca.
Sonríes, como si existiera un recuerdo
que no fuera temblor,
o se desgajase un beso de la bruma
en un trasiego de susurros y de pasos
que se infiltran, luego, entre los libros.
Hoy sonríes,
porque
-en mi quehacer de ser en ti-
hoy sonrío.
A Chloris, Reynaldo Hahn (contratenor Philippe Jaroussky) .
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5 Comments:
Veo que hace tiempo no escribias,
hoy te siento buen viento para esas alas...
Bellisima composicion, igual la sonrisa.. : )
Un abrazo Carz.
Hay sonrisas contagiosas: trasladan los recuerdos sin temblor, los besos desgajados de la bruma, los susurros trasegados o los pasos infiltrados entre páginas de libros a quienes se han propuesto el liviano quehacer de ser en quien sonríe.
Un abrazo.
Como el que vuela sobre la mar, así se tornan las sonrisas en el invierno. Libres y cálidas como un fuego avivado por el viento.
La tuya, hoy, se adivina renovada.
Sonríe su mirada, sonríen sus labios, sonríe en tu sonrisa, siempre provocadas.
Un abrazo.
Nunca deberíamos dejar de sonreír, ni en los peores momentos. El mejor antídoto contra las penas y una puerta abierta para invitar a que nos abandonen.
Un abrazo.
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