De apariencias y gusanos
Estuve hace poco en un mercadillo y en un puesto vendían gusanos de seda. ¿Recordáis aquellas cajas de zapatos agujereadas, las hojas de morera, el tacto frío de la oruga?
- Buenas, ¿me vendaría usted un gusano? -le dije al comerciante-
- Pero, ¡hombre de Dios, no sea usted ignorante, se dice vendería!
- No, no, mire: éste está sangrando.
- Buenas, ¿me vendaría usted un gusano? -le dije al comerciante-
- Pero, ¡hombre de Dios, no sea usted ignorante, se dice vendería!
- No, no, mire: éste está sangrando.
6 Comments:
jooo
¿Por?
Pobre. Hazle un buen torniquete. Ten presente que la mariposa promete ser hermosa o, en su defecto, letal.
Un (b)eso
"Porque antes que mariposa,
fue gusano y fue capullo".
Los Mártires del Compás.
Pero nada de letal, apenas sí rozará la hermosura.
Un hecho.
La belleza solo consiste en dejar que tus acciones hablen primero que tus palabras. No es una cuestión mística, es que dejan de compararte y empiezan a verte.
Espero que el comerciante estuviera preparado, me refiero a que tuviera la suficiente belleza para vendarlo.
Un beso
Lo cierto es que cambié pericia por belleza... pero nunca en tu caso.
Un venda(val) de besazos.
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