domingo, agosto 12, 2007

Cuando lloras, amor, es lo que pasa.

Dedicado a la flor que habita en el peñasco.

Cuando lo absurdo suplanta a lo difícil
las sombras se adueñan del paisaje
en donde el alma se sintió
-por fin-
acompañada.

No llores, amor,
te sigo amando
con la terquedad insidiosa
del agua que se arroja a la cascada
y fabrica las grutas del peñasco,
con la ternura que ensombrece las pasiones,
con la pasión que desborda los océanos,
con todo mi ser
-tan poca cosa-
multiplicado para hacerse grande
y merecer por siempre tu sonrisa.

Nunca tu llanto.


      Maranatha (Come Lord), Lisa Gerrard

4 Comments:

Blogger ybris dijo...

Sólo la terquedad del amor puede vencer la terquedad de las lágrimas.
Y convertir las que se caen en una sonrisa.

Un fuerte abrazo.

13/8/07, 6:50  
Blogger Chalá perdía dijo...

Pues si alguien escribiera un poema pensando en mí, no sé si lo leería con sonrisa o seguiría llorando si estoy triste, lo único cierto es que nunca sería -poca cosa- alguien capaz de expresar tanto amor.

13/8/07, 14:15  
Blogger Leuma dijo...

Esa flor seguro estará orgullosa de lo que inspira en ti, hacerse grande y multiplicarse para ser digno de una sonrisa es precioso.

Un beso

13/8/07, 19:01  
Blogger Romy dijo...

Cartz, cuanta dulzura colma tu texto, imagenes muy palpables y frescas, muy llenas de eso que llamas amor.

un abrazo

14/8/07, 13:54  

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