De olivos y cortezas
En un dolor de sequedad y ausencia
habito el cuerpo que me encierra
prestándome su piel
y su apariencia.
Apenas reconozco
mi vida sin tus manos.
Apenas respiro
sin tu aroma.
Apenas la luz
me alcanza sin tus ojos.
Apenas consigo caminar
sin poder dejar mis huellas en tu tierra.
Será el fin en el silencio
cuando dejes de leer lo que te escribo
habito el cuerpo que me encierra
prestándome su piel
y su apariencia.
Apenas reconozco
mi vida sin tus manos.
Apenas respiro
sin tu aroma.
Apenas la luz
me alcanza sin tus ojos.
Apenas consigo caminar
sin poder dejar mis huellas en tu tierra.
Será el fin en el silencio
cuando dejes de leer lo que te escribo
-mariposas de sueños y de olivos
que prestan a la vida su corteza-
que prestan a la vida su corteza-
4 Comments:
Carz, si esa chica no se conmueve con lo que escribes debe tener el corazón muy duro, a mí me encanta leerte, un abrazo
Leuma, se conmueve.
En estos momentos la vida nos muestra su corteza, pero con ella supe (y sé) que también tiene la vida su piel de agua. Y de lunas.
No tiene el corazón duro, muy al contrario: su capacidad de emocionarse a menudo la desborda. Y me desborda.
Un abrazo.
Carz,
que bello todo lo que le escribes, no me extraña que se emocione con estas palabras, yo no sé lo que haría pero...
Me gustan los olivos, me gustan tu poemas
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