jueves, mayo 17, 2007

Del regreso

Cuando regrese
-desgastados los ojos,
las tintas desgastadas-
me quedará aún el soplo de tu aliento,
tu sonrisa feliz si me abrazabas.

Cuando regrese ajado como el tiempo
de lunas y de estrellas,
aparcado el auto en el arcén,
mirando al firmamento
recordaré sentirme transcendente
porque alcancé a tocarte
a pecho abierto,
por sentir el pálpito del mundo
en el pulso y aroma de tus hombros,
por saber que tus cabellos
eran raíces en mi vida.

Cuando regrese descalzo y sin maletas
-aunque no estés-
te sentiré en la arena.




      Humility, Wim Mertens

3 Comments:

Blogger ybris dijo...

Sobre el destino humano de no quedarse, el alivio de los posos clavados en la fuga.
Recuerdos o sueños para evocar tras el cansancio de haber vuelto.
Y seguiremos sintiendo el amor o el deseo sobre la arena.

Un abrazo.

17/5/07, 5:23  
Blogger Joan Torres dijo...

Me ha recorrido una sacudida por toda la espalda al leer estos versos.
Realmente bello tu poema.

Un saludo.

17/5/07, 11:50  
Blogger Leuma dijo...

Igual está cuando vuelva. Hermoso regreso.

17/5/07, 12:52  

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