Del regreso
Cuando regrese
-desgastados los ojos,
las tintas desgastadas-
me quedará aún el soplo de tu aliento,
tu sonrisa feliz si me abrazabas.
Cuando regrese ajado como el tiempo
de lunas y de estrellas,
aparcado el auto en el arcén,
mirando al firmamento
recordaré sentirme transcendente
porque alcancé a tocarte
a pecho abierto,
por sentir el pálpito del mundo
en el pulso y aroma de tus hombros,
por saber que tus cabellos
eran raíces en mi vida.
Cuando regrese descalzo y sin maletas
-aunque no estés-
te sentiré en la arena.
      Humility, Wim Mertens
-desgastados los ojos,
las tintas desgastadas-
me quedará aún el soplo de tu aliento,
tu sonrisa feliz si me abrazabas.
Cuando regrese ajado como el tiempo
de lunas y de estrellas,
aparcado el auto en el arcén,
mirando al firmamento
recordaré sentirme transcendente
porque alcancé a tocarte
a pecho abierto,
por sentir el pálpito del mundo
en el pulso y aroma de tus hombros,
por saber que tus cabellos
eran raíces en mi vida.
Cuando regrese descalzo y sin maletas
-aunque no estés-
te sentiré en la arena.
      Humility, Wim Mertens
3 Comments:
Sobre el destino humano de no quedarse, el alivio de los posos clavados en la fuga.
Recuerdos o sueños para evocar tras el cansancio de haber vuelto.
Y seguiremos sintiendo el amor o el deseo sobre la arena.
Un abrazo.
Me ha recorrido una sacudida por toda la espalda al leer estos versos.
Realmente bello tu poema.
Un saludo.
Igual está cuando vuelva. Hermoso regreso.
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