martes, agosto 01, 2006

Sintigo

La nada fue hecha y saltó hecha jirones
desperdigados trozos de este amor insano
como cualquier amor que merezca tal nombre.

Insano es el dolor de palabras calladas
de caricias ausentes con su tacto de aire
de miradas perdidas como ahora mis manos.

¿Vendrás alguna vez a romper el silencio
con los besos sonoros de exaltados amantes?

Sabes que nos basta con un simple “te amo”:
lo sencillo salpica de verdad los errores.

Y recompondremos el lecho con sábanas frescas,
con los labios más tiernos,
las miradas más dulces,
con el alma presta como siempre al combate
contra el sinsentido de sentirnos lejanos.