sábado, octubre 18, 2008

Planificación del 17 de octubre

Borrar del día los minutos
-los del ayer desembarrarlos-
alimentar los no nacidos
con el río en que deviene lo inconcluso.

Vivir el desasosiego táctil,
la orfandad olfativa,
la inclinación del cuerpo sobre el cuerpo,
la voz en la palabra
pero aún más en el gemido,
en la exclamación tensa y sudorosa
que aboca al ojo alguna lágrima
y que acaba
-agrandada-
en un susurro.

Ser como caer,
caer en un cesto de delirio.

1 Comments:

Blogger Luzamarga dijo...

Sigamos alimentando a lo no nacido, a lo que deviene en pos de un empeño:
ser intensamente hasta cargar de memoria el tacto, el olfato, el gemido....

Que nada concluya sin haberlo delirado primero.

Mi admiración y mis besos.

20/10/08, 10:55  

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