O inclusiva
Quizá seamos dos extraños
aunque nos duela.
Quizás somos íntimos
aunque nos duela.
Aunque no nos duela, somos.
Quizá sólo pasado.
Quizás tan sólo huida.
Quizás queremos ser futuro
aunque nos duela.
Quizá no nos quede más remedio.
Reflejamos frases
en espejos de otros
evitando la luz directa de la mirada,
el susurro cálido de las palabras
como mariposas blancas
-a veces rojas, a veces negras-
que intercambiábamos.
Jugando a ser mejores de lo que somos
conseguimos ser mucho peores.
Aunque
-en el fondo-
las disyuntiva es una:
o somos necios,
o ya no somos.
aunque nos duela.
Quizás somos íntimos
aunque nos duela.
Aunque no nos duela, somos.
Quizá sólo pasado.
Quizás tan sólo huida.
Quizás queremos ser futuro
aunque nos duela.
Quizá no nos quede más remedio.
Reflejamos frases
en espejos de otros
evitando la luz directa de la mirada,
el susurro cálido de las palabras
como mariposas blancas
-a veces rojas, a veces negras-
que intercambiábamos.
Jugando a ser mejores de lo que somos
conseguimos ser mucho peores.
Aunque
-en el fondo-
las disyuntiva es una:
o somos necios,
o ya no somos.
4 Comments:
Magnífico escuchar a Händel mientras te leo.
Necio viene de nescius, el que no sabe.
El dilema queda perfecto: no podemos ser mientras no aceptemos que no sabemos.
Lo que pasa muchas veces es que uno prefiere no saber para que no duela.
Abrazos
Y yo me muerdo los labios por contestar-te.
Prefiero.
Pues me has hecho pensar en yo bloggeo, tú bloggeas...
Es lo que siento a veces al rebuscar en el sentido de estar aquí y decirte ahora algo, vivir la magia que a veces te dan y quieres dar, y hasta sufrir la desgracia de tener un blog...sólo por eso yo soy necia. Aunque el tema no fuera ese.
Quizá es cuestión de comunicación, actitud ante la vida o lenguaje usado. Estoy con Ybris, magnífica música, y tb entra en juego Bécquer cuando se desea tanto algo que no se tiene. Un beso
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