sábado, julio 27, 2019

El compendio de un grupo de poemas


En el amo no existen coincidencias. En el dueño tampoco. Pero no es una forma de tortura, es sólo una forma de existencia: existen otras, pero son distintas.


La farola no ilumina las sombras, las genera. Quizás debiera concluir que mi mente es mi farola, que divaga bajo el lápiz para darle apoyo y que no decaiga en los caminos que la tristeza contagia.

Cuando ando ronco de memoria -acaso plomo que ni sabe fundirse- me gustaría ser un ser en sortilegio de rincones de uñas y de yeso, casi de paredes, casi de fronteras que animen un poco los paisajes. Casi una forma tosca de un ensalmo que permita que no nos avergoncemos al mirar a las estrellas. Casi un rumor que queme la mañana entre la muda indiferencia.


A veces, guardo la mañana para quebrar al tiempo y que las sinapsis ya no teman el olvido.