miércoles, julio 15, 2015

"Las diez de últimas"

A Javier Krahe, in memoriam
Me vais dejando sólo
y cada vez estoy más desamparado.

Ser espejo que refleje la luz con la que iluminasteis mi vida
tuvo el mérito de entrenar mis ojos.

“Las diez de últimas”
Un gran dolor que fueras certero.








Post scriptum A Mar Syvok



Al final va a ser cierto que será una muerte cierta en un entierro virtual del que ya tuve un grave ejemplo. Como cuándo César Vallejo escribió:


"Moriré en París con aguacero
en  un día del que ya tengo el recuerdo"


Quisiera decirte que nunca sé cómo dilapidar las pérdidas, porque administrarlas me parece una grave falta de respeto, cómo tirar la casa por la ventana cuando el instinto es cegarlas con madera, en ese temor del campesino al pedrisco o a la sequía. En el afán inexplicable del que la tergiversación del recuerdo da un punto de luz a la agonía cuando el viento ignora a la cebada y la deja inerte. ¿Cabe, acaso, mayor desprecio?

Se nos murió Javier y ¿quién lo entiende?

Un templo de niebla en la bahía.

1 Comments:

Blogger Hipatia dijo...

Quedamos más huérfanos, condenados a bajar más veces a los sótanos de la humanidad.

8/8/15, 9:46  

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