domingo, abril 15, 2012

Shame

Un adagio se deshace entre las manos mientras un repiqueteo obstinado se desliga del patrón de tiempo desbordándolo.

Cuando me mostró sus lágrimas ya estábamos borrachos, pero aún acerté a decirle que podemos crear otras vidas si nos damos tiempo, si no caemos en la trampa de lo urgente, si no profesamos la fe en la desesperación. Era un intento de consuelo, un apretón de manos a un enfermo, una esperanza de luz para mirar al cielo, un intento de mostrarme como otra puerta hacia el mismo infierno, para hacerle notar que si hay dos infiernos iguales resulta mucho menos temible la propia noción de infierno.

 Lo temible es la unicidad, lo absoluto, la redención imposible, la pérdida sin medida. El sinsentido al que nos aboca el sentimiento. La sensación de la negación de cualquier sensación ulterior por la intensidad brutal de la sensación de ahora. El paso lento de la vida sobe la corteza de los pinos dorados de Tasmania. El lento poso del olvido que, como un mantra, se repite con ligeras desviaciones en una campana de bronce repujado.

Ahora, cuando la vergüenza viene a imponer sus voces, me siento sordo. Me encuentro bien, reconfortado, por que hallo causa a lo perdido: la necedad (también de otros) debe tener su precio y su naufragio.
  Shame (BSO), Harry Scott


3 Comments:

Blogger Silvia dijo...

Pasé por acá.
Y sé de repiqueteos obstinados.


Besos.

15/4/12, 8:18  
Anonymous Susana dijo...

De pura casualidad, por aquí..., o quizás no haya sido cosa de las casualidades, uno nunca sabe....
Avida de querer saber más y más de Shame.
Desde el viernes pasado por la noche, no me canso de escuchar esa maldita Banda Sonora y no puedo dejar de traer una y otra vez los diálogos, las imágenes y las emociones de Shame.

Me gusta??? lo que escribes, aunque hables de infiernos y desesperaciones por el ahora y lo urgente. Me suena demasiado.

Probablemente, te seguiré leyendo, por si acaso....

18/4/12, 10:38  
Anonymous Noeabita dijo...

Aquí estoy.

No sé porque me re-suena tan fácil identificarme con lo leído.

Será la necedad. Bendita palabra.

Gracias, de nuevo.

21/5/12, 23:56  

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