Esto no es un post: no lo leas

La lluvia es esta noche aún cuando se diluye en la precisa línea naranja que llama al amanecer. La lluvia vuelve pesadas a las palabras, se mojan y se empapan, lastrándolas hasta caer al suelo y volverse inútiles: una palabra gasterópodo es poco creíble ¿quién querrá amamantarla? ¿quién actuará como taxidermista para dejarla disecada y sin alma en una hoja antes blanca? ¿quién querrá pronunciar su nombre: angustia?
Pero nada de eso alcanza a rozar esta verdad doméstica y rebelde, tan provinciana que llega a considerarse necesariamente falsa... que una exniña de tu exinfancia te susurre cuatro palabras al oído justo después de alcanzar el primerygranyabsolutoorgasmodelaostia y sentir agoraclaustrofobia y todas las contradicciones que uno puede sentir en cuatro segundos después de esas cuatro palabras..."No existen las casualidades"...por eso se borran, desaparecen como si nunca hubieran sido, aunque permanezcan en la memoria como los metales pesados en el lecho de un río, arruinándolo, moldeando la forma de tus pasos, dotando de nuevo de sentido a los míos.


Spiegel im Spiegel, Arvo Pärt
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