martes, mayo 20, 2008

La caza en la memoria

El cazador es un corazón solitario.
Se embosca en los recodos del tiempo
acechando a los recuerdos
armado con su cerbatana
y dardos de curare.

Los paraliza para desollarlos,
comer su carne
y honrar su corazón al devorarlo.

El cazador necesita de otros corazones
para vencer
-de forma momentánea-
su soledad.


      Oror Burbrik,   Arto Tuncboyaciyan & Ara Dinkjian

6 Comments:

Blogger ybris dijo...

Dichoso corazón.
Siempre a la caza cruenta de la compañía que ahuyente su soledad.

Un abrazo.

20/5/08, 7:46  
Blogger Luzamarga dijo...

La soledad del cazador es incurable. Sólo se mitiga mientras mata, mientras devora, mientras succiona. La ostentación después en sus vitrinas de esos instantes memorables disecados, le otorga la ilusión de continuidad de su dominio. Pero eso, al final, sólo genera más soledad: a su alrededor no hay más que cadáveres.

Mi admiración y mis besos.

20/5/08, 10:29  
Blogger Arya dijo...

"Esa raíz debe nutrir mi sangre..."

21/5/08, 0:43  
Blogger UMA dijo...

Tu post tiene diferentes lecturas al parecer, tantas como tantos los que te lean.
Nunca me gustaron los cazadores, quizà por no entender ese instinto depredador y hasta insensible; valentìa deben tener, pero eso sòlo es una parte de su poder.
Para què quisiera uno vencer la soledad, me preguntaba...

Un saludo cordial, Carz

21/5/08, 2:05  
Anonymous Anónimo dijo...

Esta historia me gusta más que la del gallinero, aunque es más sangrienta, y más poética; también menos divertida, es dolorosa.

Un cazador cazando perdió el...

Besos.

21/5/08, 10:08  
Blogger Sirena Varada dijo...

También hay otros cazadores que no necesitan vencer su soledad... tan solo sus miedos.

Un beso

21/5/08, 12:26  

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