Después de amar: amé
En este instante
-desgajado del tiempo-
me sorprende amarte con esta fiebre.
Pero si tú lo quieres
me atiborro a piramidones.
Pero no lo quieras,
que quiero hervirte con mi sangre,
-esa que vuelves evanescente-
desgranar tu cintura
con toda la paciencia,
y esperar que permitas
a este ser enfermo
ser piel en tus manos
y ruina en tu lecho.
Y luego,
déjame que te conteste
-con la piel erizada
y el corazón candente-
      Into dust, Mazzy Star
-desgajado del tiempo-
me sorprende amarte con esta fiebre.
Pero si tú lo quieres
me atiborro a piramidones.
Pero no lo quieras,
que quiero hervirte con mi sangre,
-esa que vuelves evanescente-
desgranar tu cintura
con toda la paciencia,
y esperar que permitas
a este ser enfermo
ser piel en tus manos
y ruina en tu lecho.
Y luego,
déjame que te conteste
-con la piel erizada
y el corazón candente-
"No hables:
quédate quieta
en el obscuro rincón de la palabra.
La paciencia tiene sus frutos
-no siempre un ataúd,
a veces no una tumba-
quizá un desierto
lleno de flores.
Déjame que te huela
como lloran
los niños."
quédate quieta
en el obscuro rincón de la palabra.
La paciencia tiene sus frutos
-no siempre un ataúd,
a veces no una tumba-
quizá un desierto
lleno de flores.
Déjame que te huela
como lloran
los niños."
      Into dust, Mazzy Star
7 Comments:
Hablas como quien sabe.
Se nota.
Un abrazo.
Cuando la(tu) poesía
vuelca su realidad
y la muta en existencia,
la piel grita desde su nervadura
de lenguaje incoercible:
osmótica savia para la luz.
Y la luz se rehizo.
Ojalá los versos brillen de nuevo
cuando acabe la campaña
que nos hiere.
O cuando el dolor pinche a la paciencia
en el alma más triste que le queda.
Para que, a punto de tentar el vacío aquel,
gane.
Gane otra vez.
Y vuelvan los sonetos que no se escribirán nunca.
Besos a tu luz.
qué dulce muerte en brazos del amor! luego queda para siempre el elixir de ese veneno metido en tu piel, en la piel del corazón!
hacía tiempo que no podía entrar a leerte...cuánto necesitaba hacerlo!
Gracias
leerte es no cansarse nunca
"No hables:
quédate quieta
en el obscuro rincón de la palabra.
La paciencia tiene sus frutos
-no siempre un ataúd,
a veces no una tumba-
quizá un desierto
lleno de flores.
Déjame que te huela
como lloran
los niños."
-
Me quedo sin palabras, absolutamente, en silencio ante estos versos.
"En los momentos de desamparo, cuando la realidad se convierte en pesadilla, todos buscamos motivos racionales para sobrellevarla, pero raramente se encuentran. Por ello, cualquier acto que nos procure la sensación de que nuestra angustia está justificada y consiga sublimarla es lícito."
Carz
A mi me maravilla como has logrado levantarte y disfrutar de la esperanza.
No niego que duele no haber tenido palabras tuyas para mi, de esta magnitud, con lo que supe amarte.
Tal vez no supe hacertelo saber "tan bien" como ella lo hace.
Disfruta Carz.
Sè feliz.
An-ònima:)
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