Tú entera

He estado hablando contigo por teléfono. Estabas en la cama y las palabras fluían naturales como el agua de una fuente de montaña: limpias, puras, cristalinas. Mientras te escuchaba, he vuelto a sentir lo que ya sabía desde antes de sentirte: eres una persona completa en todos los sentidos, y a mí me faltás vos.

¿Cómo podés decir esto con tanta naturalidad? -me dijiste

Sencillo, porque de vos sólo necesito una cosa: a vos entera.