A contramundo
Deja que te mire
como observa un ciego:
de puntillas y con la punta de la lengua.
Deja que te toque
como toca un manco:
con la húmeda tangencia de la córnea.
Deja que te ame
como ama un loco:
con la razón dada la vuelta,
a contramundo.
como observa un ciego:
de puntillas y con la punta de la lengua.
Deja que te toque
como toca un manco:
con la húmeda tangencia de la córnea.
Deja que te ame
como ama un loco:
con la razón dada la vuelta,
a contramundo.
7 Comments:
A contramundo, Carz, a contramundo.
A veces no hay otro modo de amar.
Lo mismo que los ciegos y mancos no tienen otro modo de mirar o tocar.
Un abrazo
¿Y alguna se te resiste a semejante petición?
Besos orgiásticos.
madre mía, me ha dado la vuelta este poema, me ha zarandeado, me ha levantado y vuelto a tirar. No sé si me explico. Es genial.
un beso
Cómo quisiera
ir nombrando tu cuerpo,
adjetivarlo,
accionar su verbo.
O decir, por ejemplo:
"tus labios",
y corroborarlos luego.
Pues eso, que un beso "sea dicho".
:)
Un poema de imposibles. Muy bueno. Saludos.
Un poema que se repite, aunque con la misma bella hermosura de una mujer, la misma, o cualquier otra.
Me agrada leerte Carz, aunque las mas de las veces solo ando a mi paso solitario y silencioso.
Un abrazo, amigo.
H.Hanz
Y si es manco, ciego y loco debe ser una orgía perfecta, un abrazo
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